A veces basta con entender un pedazo; a veces basta con mover algo de lugar, con verlo desde otro punto de vista. A veces es suficiente con entender un detalle que antes ni percibíamos; a veces basta con cambiar algo un poco, o no tan poco.
A veces basta con llorar y despedirnos, con enojarnos, con la tristeza. A veces es suficiente pedir tiempo y encerrarnos un rato. A veces sólo basta con soltar y seguir como si nada.
A veces basta con un buen amigo al lado, o dos. A veces es suficiente saber cuánta gente te quiere. A veces es suficiente que te quieran.
A veces basta con el mar y con el cielo. A veces sonreír es suficiente. A veces basta con hablar y con escuchar. A veces basta con un abrazo sincero y un beso que nos mueva.
A veces es simple y sencillamente suficiente; pero las otras veces, ésas donde no basta ninguna y apenas son suficientes todas juntas y por triplicado, esas otras veces, la vida se complica. Por suerte, ésta, que es una de esas otras veces, bastó con esto que me es suficiente.
Este proyecto nació de una crisis, de un reencuentro y de cosas que dos amigos comparten hace casi 20 años. Textos escritos, uno cada día, leídos, uno cada día, y las imágenes que invocaron. Escribir y fotografiar han sido los medios de expresión y comunión por tantos años, que es un inmenso placer volver a juntarlos.
Publicamos un texto y la imagen que le corresponde, en el orden en que fueron escritos, uno cada día. Vale la pena leerlos en ese orden, pues fue el camino.
Amigos
ResponderEliminarQue mi cariño por Ustedes sea, qbp.
En hora buena.