miércoles, 4 de mayo de 2011

Aprendizaje

¿Alguna vez te has preguntado cuándo aprendemos a abrazar? No cualquier abrazo, sino los más importantes. ¿Quién nos enseña a sentir tanto en los abrazos, a dejar que el otro sienta lo mismo, a que cada abrazo sea único y maravilloso?
    Es más, no sólo me pregunto quién nos enseñó a abrazar, porque a veces me pregunto, con menos respuestas, quién nos enseñó a recibir un abrazo, a interpretarlo correctamente, a descifrarlo y agradecerlo.
    Hay abrazos, por no decir personas, que no transmiten nada, un simple gesto vacío, un mero trámite. ¿Será que también habrá que aprender algo de esos abrazos? Mientras que hay otros que se quedan en tu cuerpo, que te siguen abrazando por horas o por días.
    ¿Cuándo aprendemos que si aprietas muy poquito, o demasiado, el efecto ya no es el mismo? ¿Quién nos enseña la longitud ideal de un abrazo? ¿Quién nos enseña a ver a alguien y saber, de inmediato y sin una sola duda, que su abrazo será maravilloso? ¿Quién nos enseña a corresponder esos abrazos y sonreír desde el centro del abrazo?
    Yo, honestamente, no tengo respuestas.

Juan Manuel Ruisánchez Serra.
Viña del Mar. Aubin Arroyo.