jueves, 12 de mayo de 2011

Riesgos

Nunca he sido una persona arriesgada. Puede ser que tome decisiones apresuradas, erróneas, tontas, pero casi siempre midiendo los riesgos y conociéndolos a fondo. De mis decisiones, no todas las tomo sabiendo que el riesgo es poco, pero siempre hay un análisis de por medio y siempre una explicación.
    Son muy pocas las cosas que hago así nomás, sin preocuparme por los riesgos o sin conocerlos. Es difícil que le sonría a alguien por la calle si es que no nos conocemos; es difícil que me acerque a alguien que no conozco y le diga un simple “hola, ¿cómo estás?
    La timidez siempre ha sido muy fuerte en mí, el miedo al ridículo, al rechazo. Hoy, sin embargo, creo que es momento de acabar con eso. No de golpe, no del todo, pero sí de pronto, si un poquito.
    ¿Qué pasa si sonrío más? ¿Si bailo? ¿Si me río un poco más de mí? ¿Qué pasa si te digo que eres muy bonita o que un beso tuyo no estaría nada mal?
    ¿Qué pasa si no me sonríen de vuelta? ¿Si me veo ridículo en mi falta de ritmo? ¿Si me da dolor de panza de tanta risa? ¿Si me volteas a ver feo o me niegas el beso?
    ¿Y qué pasa si me lo das y te ríes conmigo? Hoy decido intentarlo; ya contestaré.

Juan Manuel Ruisánchez Serra.
Aubin Arroyo. Cuernavaca.