Esta maraña que no tiene inicio ni fin, que no puedo empezar a deshilachar, a separar por colores, por sensaciones, por tiempos, por personas; esta maraña (que miento, probablemente sé muy bien que tiene inicio, muy adentro de tanto enredo) se me atora en la garganta y en los labios y no me deja sonreír.
Tengo ganas de sonreír, de encontrar un hilito que me haga cosquillas y me permita empezar a desenredar todos los colores para poner en el telar y empezar algo nuevo, aunque sea sólo una nueva sonrisa.
Tengo ganas de sonreír y volver a ver los colores nítidos en todo.
Juan Manuel Ruisánchez Serra.
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| Aubin Arroyo. Montevideo. |
Que bom, gostei de voltar a saber de você. De novo no mesmo singular caminho andado, sempre novo, beijo
ResponderEliminar¿Por qué no nos cuentan qué fue primero, el huevo o la gallina, el texto o la fotografía? al menos de una que otra.
ResponderEliminarOtra idea: los textos son telares, o viceversa. Tal vez se necesitaba el también telar fotográfico para alcanzar la nitidez en ambos autores.
Las fotos, cronológicamente, fueron antes. Ya existían, todas. Pero, para este proyecto, los textos fueron primero, por eso están en ese orden, primero el texto, después la foto. El texto es de un autor, la foto del otro.
ResponderEliminarNo sé, quizás los textos son los hilos, más que el telar; tal vez después de algunos más, ustedes dirán si es cierto.
A mi me gusta asi, sin saber el comienzo ni el fin, lo importante es que comulgan.
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